¡Bienvenidos al nuevo curso!

2 Sep, 2014 | Nuestros consejos

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¡Bienvenidos al curso 2014-2015!

Se inicia un nuevo curso lectivo y un intenso año de trabajo lleno de cambios para los maestros, los niños y los padres.

Para algunos pequeños, este será el primer encuentro con el mundo de “fuera”, con aquello que no es “familiar”, y para algunos padres,  también este septiembre tendrá el sabor un tanto amargo del primer alejamiento de sus hijos.

Este camino inicial será muy importante, y niñas y niños darán sus primeros pasitos vacilantes, pasitos que los llevarán tan lejos como ellos deseen. Es mucho lo que resta por andar; sin embargo, la manera en que los padres acompañen a sus hijos en esta etapa inicial repercutirá de forma trascendental en etapas posteriores.

Los padres muchas veces vacilamos en el momento en que nuestros niños comienzan el Primer Ciclo de Educación Infantil:

  • ¿Cómo llevarlos de la mano y dejar más tarde que caminen solos?
  • ¿Cómo estrecharlos en nuestros brazos sin que el abrazo ahogue?
  • ¿Cómo estar junto a ellos y alejarnos a tiempo?
  • ¿Cómo dejarlos crecer a su modo marcando las pautas?
  • ¿Cómo respetar sus tiempos sin hacerlos correr ni refrenar su vuelo?

Este punto de  partida no solo es nuevo para niñas y niños, también lo es para muchos padres y todos comparten el miedo, la ansiedad o la angustia de estas primeras separaciones.

El crecimiento de los hijos nos enfrenta, como padres, con el paso del tiempo, con la tristeza por lo que se pierde, con la ansiedad de la ruptura, con las propias cuestiones infantiles; por ello, es frecuente observar a veces, ciertas dificultades que no favorecen este tiempo inicial y que impiden una buena adaptación.

Hay padres que siguen tratando al niño como a un bebé, y se resisten a adaptarse a los cambios que pretenden favorecer la independencia, e incluso es posible que obstaculicen, sin querer, las adquisiciones del niño o apresuren el desarrollo del pequeño al ignorar los tiempos particulares de cada uno.

En general, los padres no suelen darse cuenta del perjuicio que causan algunas conductas. Por ello, es importante el intercambio con los profes y también ser permeables a las normas de las instituciones, cuyo propósito no es otro que educar a niñas y niños, y además, orientar y aconsejar a los padres y ayudarlos a superar la angustia y los miedos de los que hemos hablado.

Las pautas institucionales son diferentes al principio y al final del año escolar. Se supone que, poco a poco, los pequeños irán independizándose del estrecho lazo paterno, para disfrutar de otros vínculos y otros lugares de encuentro de carácter exogámico. Los padres debeos colaborar con el centro y confiar en su capacidad para acompañar a nuestros niños  y para acompañarnos como padres.

En este lento camino hacia la socialización, los pequeños están en camino o ya han tenido que abandonar cosas importantes para ellos: el biberón, el chupete, el muñeco para dormir, etc… nosotros como padres, para favorecer el desarrollo de nuestros niños también debemos superar algunas otras: el pecho que ya no toma, el bebé que ya no es, el chiquitín que hace un tiempo estaba debajo de la falda y ahora se sube solo al tobogán…

Crecer supone poder dar por perdidas algunas cosas.

Vendrán otros comienzos y otros finales, y ninguno será como el anterior; y en cada punto y final, en cada despedida, nuestros pequeños dejarán algo y ganarán mucho…

No hay posibilidad de recorrer ningún camino si no se está dispuesto a dejar atrás el punto de partida.

Por Mariela Pascual

Licenciada en Psicología